Una nueva caravana de unos 1.000 migrantes salió de Tapachula, la madrugada de este jueves, con destino a Estados Unidos, a pesar de las medidas que han tomado los gobiernos de Estados Unidos y México para frenar la migración irregular que no se detiene.
Este es el primer grupo multitudinario del año, conformada por extranjeros de Haití, Venezuela, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Colombia, donde en su mayoría viajan mujeres, niños y jóvenes que han dejado la difícil situación económica, la violencia, inseguridad, las pandillas y se dirigen a una nueva vida alejada de sus países.
Daniela «N», una migrante venezolana, quien carga a su hijo en su espalda, relató que la travesía para cruzar por México es difícil, pero su meta es llegar a los Estados Unidos, a pesar de lo que tenga que caminar o pasar.
“Que nos regresen ese es el temor, no queremos regresar a Venezuela, porque la cuestión está fuerte, hay trabajo, pero no pagan bien para que vas a trabajar, sino te va alcanzar para nada, hay hambre, hay niños que ni siquiera comen, porque es la única forma que nos dejan pasar, porque si no, nos devuelven y nos deportan”.
Esta migrante, quien camina a paso lento, viaja con su esposo, su cuñado, su tío y otros integrantes más.
Los migrantes llevan consigo una manta de color blanco, a la que le escribieron: “Migrar no es un crimen, criminal es un gobierno que reprime a los migrantes», los extranjeros dejaron la ciudad y tomaron la carretera costera.
El grupo de extranjeros de varias nacionalidades salió de madrugada de la ciudad y mientras avanzaban sobre la carretera federal 200, iba incrementando su número, al llegar al Ejido Viva México, donde se encuentra el primer retén, les gritaron a los agentes migratorios “Queremos permisos, permisos, permisos”, prosiguiendo su marcha
Yoledeidis, es otra de las migrantes mujeres venezolanas, que viaja en este grupo de personas, pidió al gobierno mexicano, que les ayuden que los dejen avanzar de manera pacífica, porque su objetivo es ir a trabajar.
“Estados Unidos y México, que nos ayuden que ninguno tenemos derechos de que nos devuelvan, todos venimos sufriendo, no queremos regresar todavía, pero nosotros vamos con la fe de dios, que todo lo vamos a lograr”.
Otro de los migrantes, es el Hondureño, Luis Varaona, quien salió con destino a la frontera norte, por lo que dijo que van de manera pacífica, de manera ordenada y tratando de ayudar a los demás.
Varona, destacó que son varios aspectos, que lo han motivado dejar su país, aunque, ha sido difícil poder hacerlo, pero refirió que cada uno de ellos tienen el motivo de movilizarse.
Este contingente, avanza solo sin ningún activista o líder, son algunos migrantes que han sido deportados que ya conocen la carretera federal 200 y han decidido avanzar con este grupo.